domingo, 8 de junio de 2025

Novena Trinidad 2025 (4) Comunidad

  Novena
Santísima Trinidad - 4

COMUNIDAD 

Diversidad de servicios, un sólo Espíritu

(Pentecostés) 


TEXTO BÍBLICO

1 Cor 12, 4-6

“Hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común”.

* * *

REFLEXIÓN 

San Pablo, en su himno al amor termina diciendo que "el amor no pasa nunca" y que es la  virtud más grande de las tres teologales: fe, esperanza y amor (1 Cor,13, 8.13). Ciertamente que el amor no pasa nunca; aunque se supone que se refiere al Amor de Dios, el único eterno; Amor que es  el Espíritu Santo, actividad santificadora y vivificadora del Padre y el Hijo.

"El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado" (Rm 5,5). Hemos recibido el don del amor, un talento que tenemos que negociar en la vida (cf Mt 25,14-30) poniéndolo al servicio del bien común. Dios que es sabio ha repartido sus dones en cada cual para la edificación del cuerpo de Cristo (Iglesia). "En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo" (1 Cor 12,7.12)

En la Santísima Trinidad tenemos una misma referencia de comunidad en la diversidad de funciones o roles. Tres personas con diversas connotaciones: propio del Padre es la paternidad e innascibilidad (eterno, no nacido), propio del hijo es ser engendrado (encarnado) y propio del Espíritu es ser espiración (respiración) del y por el Padre y el Hijo. Las tres personas un sólo Dios, cada una con su propia identidad. 

La Iglesia, como imagen de la Trinidad y cuerpo de Cristo la formamos muchos, cada cual con una forma de pensar, con un carácter peculiar cada uno, con unas cualidades o talentos personales que dan lugar a una variedad que ha de ser armonizada. Somos como notas musicales dispersas y en desorden, que necesitan un pentagrama para encontrar su sitio, incluso un fondo en blanco, unos silencios de escucha para que no se amontonen las notas produciendo sólo ruidos. El fondo de silencio es Dios y el pentagrama el Amor, o lo que es lo mismo, el Espíritu Santo. 

Dios Espíritu Santo es Dios dando sentido a todo y enlazando todo, superando el caos al que tendemos con nuestros egoísmos. "Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu" (1 Cor 12, 13). ¡Qué importante es que como iglesia parroquial nos comprendamos así: cuerpo de Cristo, muchos miembros, un Espíritu!

La parroquia la formamos distintas personas, con distintas cualidades, con distintas ideas, con distinto carácter, unidas por un mismo Espíritu de Amor. Un cuerpo, un espíritu (corazón), una cabeza que lo rige todo (Cristo) y unos miembros que se mueven armónicamente cada uno al servicio del otro. Unos ponen su carisma de saber cantar en la liturgia, otros ser catequistas, otros cuidar y visitar enfermos, otros cuidar del decoro de los lugares de culto, otros  predicar, otros educar en la fe a los niños, a los jóvenes, a los adultos, etc. Nadie es prescindible, nadie superior, nadie inferior. Todos con la misma dignidad al servicio del bien común. Esto sólo lo puede dar el Espíritu Santo de Dios Amor.

*
Pidamos hoy a la Santísima Trinidad que nos ilumine para entender lo importante que es el "Amor de Dios" en nuestras relaciones tanto eclesiales como de vecindad. Debemos ser servidores los unos de los otros, porque nos necesitamos. El aislamiento nos despersonaliza, la relación nos hace personas; el egoísmo nos destruye, el amor nos edifica.

8 de Junio de 2025
Casto Acedo.

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