Estamos en Navidad y no hay que ser un experto en sociología para darse cuenta de que el sentido genuino de la fiesta está siendo ninguneado por un ambiente brutalmente consumista, teológicamente irrelevante y moralmente ajeno a los valores cristianos. Los medios de comunicación apenas hablan del Nacimiento; las navidades le están ganando la partida a la Navidad.
Hay muchas navidades (plural y en minúsculas): la navidad del sentimentalismo rancio y barato, la del turrón y el mazapán, la de la pandereta, la felicitación washap y el villancico hortera; las navidades del tradicional y obligado encuentro familiar, de la misa del gallo puntual, la de los viajes y la del premio gordo que reparte injusticias ante la mirada complaciente de los perdedores, la navidad de la superficialidad y el despilfarro, etc.
¡Cuántas navidades que ocultan más que desvelan la verdadera Navidad!, esa que hace memoria de Jesús de Nazaret y que de vivirse desmontaría de un plumazo las navidades de lo efímero y superficial. La tendencia social a volver a la celebración pagana en estos días choca de frente con el origen de la fiesta cristiana: la "peligrosa memoria" de Jesús. “Memoria peligrosa”, llamó J. B. Metz al relato total de la vida del Niño de Belén, porque el recuerdo de su paso entre nosotros fue y sigue siendo peligroso. ¿Acaso es casual que nuestra cultura ningunee y tergiverse el sentido original del evangelio en sus relatos?
En cierta manera es bueno que los relatos de la vida de Jesús no formen parte del engranaje publicitario de las fiestas navideñas. Sería anacrónico. La memoria de Aquel que entró en el templo derribando mesas de cambio y expulsando mercaderes, pondría en evidencia la falsedad del juego que tenemos entre manos. Imagino a Jesús entrando en unos grandes almacenes o en la sala de rodaje de un spot publicitario, derribando cámaras, arrasando decorados, empujando estantes de productos en oferta, provocando cortocircuitos en la iluminación, creando confusión en la conciencia de mercaderes y sacerdotes. Este Jesús es un peligro que la cultura capitalista conoce y quiere erradicar.
Contra el olvido y la edulcoración del nacimiento deberíamos recuperar la memoria del relato original. Cuando pasen estos días, ¿Recogeremos el Belén que adorna nuestra casa en y desmontaremos el árbol con nostalgia del pasado, como los de Emaús, decepcionados y resignados a la mala suerte? ¿Pasarán estos días y meteremos el belén y sus figuritas en sus cajas apartándolas hasta el próximo año? ¿O desempolvaremos el evangelio para concederle el debido respeto y dignidad al Niño?
Estos días tan propensos al acomodo y la alienación pueden ser una buena oportunidad para el cambio personal a la luz del evangelio. Sería maravilloso darse una oportunidad para vivir una Navidad alternativa, evangélica, donde la memoria de Jesús se cruce con nuestra vida personal y comunitaria eclesial y social. Para ello debemos buscar el mensaje oculto bajo los llamativos regalos que cuelgan o descansan a los pies del árbol; o mejor, despojar el árbol de abalorios y quedarnos con su tronco abrupto y duro. El árbol de la Navidad es el árbol de la Cruz. La grandeza de Jesús comienza en la pequeñez del establo y culmina en la ignominia de la Cruz. Entre ambos momentos hay una historia que revoluciona al mundo y que el mundo quiere acallar. Nuestras navidades están necesitadas de profetas que pongan en el centro la Navidad, la esperanza de un mundo nuevo según el testimonio de Jesús, el niño del Belén.
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Un buen consejo: aprovechar el parón y las vacaciones de Navidad para mirarte en Jesucristo, el Salvador-libertador; haz memoria de su vida y sus enseñanzas; recuerda su capacidad para compadecer y amar a todos; haz memoria de Jesucristo, el profeta amado, venerado, perseguido, crucificado y resucitado de entre los muertos, valedor de los pobres y que Él mismo “se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”.
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¡FELIZ NAVIDAD!
Diciembre 2024
Casto Acedo.
Feliz Navidad Casto.
ResponderEliminarSiempre interpelando mi conciencia! Alguien tiene que decirlo...
ResponderEliminarJulia