domingo, 31 de diciembre de 2023
Felíz año nuevo (1 de Enero)
jueves, 28 de diciembre de 2023
Sagrada familia (31 de diciembre)

domingo, 24 de diciembre de 2023
NAVIDAD (25 de diciembre)
EVANGELIO
Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador
Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer
empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a
empadronarse, cada cual a su ciudad.
También José, por ser
de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a
la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que
estaba encinta.
Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el
tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo
recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
En aquella misma región había unos pastores que pasaban la
noche al aire libre, velando por turno su rebaño. De repente un ángel del Señor
se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de
gran temor.
El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia
que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha
nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis
un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». De pronto, en torno al
ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo:
«Gloria a Dios en el cielo, y en la
tierra paz a los hombres de buena voluntad»
Palabra del Señor.
Navidad no es sólo un día, es un tiempo que abarca desde la
víspera del día 25, día propio de la fiesta, hasta la Epifanía del 6 de Enero,
aunque tanto este día como el día del Bautismo de Jesús, que se celebra al domingo siguiente, podemos incluirlos
también en el ámbito navideño.
La Navidad es una celebración llena de matices. Hay una navidad
laica, centrada sólo en lo folklórico; también hay una navidad con tintes sociales
que hace surgir en estos tiempos deseos de paz y justicia para todo el mundo;
también hay una navidad de tinte religioso, muchos son los que en estos días,
especialmente en la misa del gallo o en conciertos de villancicos u otros eventos,
se acercan a la Iglesia a celebrar; y finalmente hay una navidad espiritual,
preocupada por conectar interiormente con el Misterio en estos días.
Todos los matices son lícitos y en modo alguno excluyentes,
pero conviene aunarlos y no vivirlos por separado, porque entonces la Navidad
queda recortada o disminuida.
Hacemos hoy una referencia sencilla a la preparación y vivencia de la Navidad desde su sentido espiritual.
Decía un místico
del siglo XVII que “Si Cristo naciera mil veces en Belén y no en ti,
quedarías perdido para siempre” (Angelus Silesius).Navidad no trata simplemente de recordar y celebrar un acontecimiento histórico que ocurrió hace poco más de
dos mil años. No es el hecho histórico
del nacimiento lo importante; quien se queda estancado en la historia mata el
mensaje vivo de la Navidad que proclama: “Hoy os ha nacido el Salvador”.
¿De qué me sirve el nacimiento de Jesús si yo no renazco con Él a una vida
nueva en el Espíritu? Celebra el nacimiento de Jesús quien en estos días
también celebra su propio nacimiento espiritual.
No te quedes estos días en la memoria de unos sucesos
históricos. Lo pasado adquiere sentido si lo traes al presente, si te sientes
aquí y ahora afectado por lo ocurrido entonces. El evangelio pide ser leído en
presente; y de este modo adquiere una fuerza capaz de cambiar la vida de quien
lo escucha.
Tomemos un ejemplo. Leamos hoy el relato del nacimiento de
Jesús actualizado. San Ireneo dio razón del nacimiento de Jesús recurriendo a
su efecto sobre la humanidad. “Dios se hizo hombre para que el hombre se convirtiera
en Dios”. Es tarea nuestra aceptar y descubrir lo que de divino hay en en nosotros y
vivir desde ahí.
Dios sigue viniendo a nuestro corazón y nos sigue llamando a
vivir conforme a sus designios. Pero ¿acogemos a Dios en nosotros? ¿O somos
como los habitantes de Belén para quienes José, María y el
Niño pasaron desapercibidos? ¿Tanto ruido hay en nuestra posada que no escuchamos a los que están fuera y llaman?
Mira a tu interioridad y pregúntate cómo te vives estos días. Puede que estés agobiado y estresado por la avalancha de mensajes emotivos. O tal vez te te venza la nostalgia. No permitas que eso te ocurra. Si es necesario, condena tu iphone al silencio. Vívete. Abre tus oídos a la voz de Dios que llama a tu puerta en este día (en esta noche): "Estoy a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo" (Ap 3,20). Jesús quiere cenar en la nochebuena contigo. Te esrtá l llamado. Déjale entrar en tu posada. Te hará sentir que eres de su familia, hermano de toda la humanidad. A todos invita Él a su casa, no cierres la tuya para Él. No te quedarás sin recompensa (cf Mt 10,42), recibirás el ciento por uno de todo el amor que le des. Trae para ti la Navidad, un nuevo nacimiento, una vida nueva.
Dos breves textos para meditar en este día; el primero de san Juan de la Cruz (letrilla navideña); el segundo de Santa Teresa:
FELICITACION VISUAL (Niños)
sábado, 23 de diciembre de 2023
Colabora con tu Parroquia
Corresponsabilidad económica
Queridos amigos:
La limpieza del tejado de la torre, con
la eliminación de los nidos de cigüeñas que dañaban la estructura del templo parroquial
ha supuesto para las arcas de la Parroquia un desembolso de 786,50 € (tres días
de alquiler de grúa).
Agradecemos al ayuntamiento el haber
colaborado con la mano de obra.
Para la primavera próxima tenemos la intención
de completar la reforma del trastero de la Iglesia (techo de escayola,
iluminación, lucido de paredes, poner suelo de gres, altillo para recoger andas,
apertura de una ventana exterior, puerta de PVC de acceso a la calle y armario
empotrado para desahogo de la sacristía).
Disponemos de algo de dinero para ello,
pero no será suficiente para abordar la reforma. Por ello animamos a que con
motivo de la Navidad, quien quiera y pueda, colabore económicamente a fin de
poder realizar la obra proyectada.
Podéis colaborar entregando un sobre en
la Parroquia o haciendo un ingreso en Banca Pueyo,
Parroquia de la Santísima Trinidad,
c/c ES04 0078 0018 1040 1000 6994.
FELIZ NAVIDAD
Casto
Acedo
y Consejo económico parroquial
jueves, 21 de diciembre de 2023
El "sí" de María y José (IV domingo de Adviento. 24 de Diciembre).
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
—«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
—«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?».
El ángel le contestó:
—«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
—«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y la dejó el ángel.

sábado, 16 de diciembre de 2023
SAN PEDRO. Horarios de Navidad
Parroquia de San Pedro Apóstol
TRUJILLANOS. Horarios de Navidad
viernes, 15 de diciembre de 2023
Alegría (III de Adviento; 17 de diciembre)
Te hago una propuesta para ahora mismo:
Comienza apartando la vista de este texto. ¿Por qué no? Cierra los ojos, o contempla algo hermoso que tengas ante ti. Haz tres respiraciones abdominales serenas y profundas soltando el aire de los pulmones mientras te vacías de ideas y tensiones. Siente como el aire cálido, el viento del Espíritu, fluye por tus pulmones y los latido de tu corazón expanden su caricia por todo tu ser. (...) Tómate unos minutos en este breve ejercicio de toma de conciencia del milagro que es vivir.
Hazlo, y el contenido de este escrito tendrá algún sentido, porque el gozo y la alegría no pueden describirse, sólo experimentarse.
*
Déjate llevar por el silencio unos minutos
*
La palabra ALEGRIA puede resumir lo que sientes cuando te paras y dejas de lado tus preocupaciones y proyectos y simplemente observas que el aire inunda tus pulmones y la sangre corre por tus venas al ritmo de los latidos del corazón ... Al ser consciente de ello te sientes vivo o viva y pruebas el sabor de la alegría. ¿Qué es la alegría sino la consecuencia lógica de una vida despierta? Estar alegre es percibirte y saberte lleno, completo, rebosante de virtud y fuerza creativa.
La alegría del Adviento
1.- Primero, desmontando mitos. Porque me han enseñado que la alegría es cuestión de "salud, dinero y amor", posesiones que considero imprescindibles para ser feliz. ¿Quién no piensa que la alegría es monopolio de quienes gozan de una salud envidiable, un capital holgado y una fama admirable? Son muchos los que viven, o vivimos, enganchados o apegados a las condiciones externas que creemos necesarias para encontrar la felicidad.
Pero no está tu felicidad en poseer bienes sino en ser agradecido por lo poco o mucho que tienes sin dejar que eso te posea; ser dueño de ti y así poder darte. Por tanto, desmonta el mito; la felicidad es un don que se recibe con agradecimiento y se comparte con generosidad. Un primer paso para ser feliz consiste en vivir centrado en los propios valores y no confundir la alegría con la diversión (dispersión).
2.- Segundo paso para prepararnos a vivir la alegría: superar el concepto negativo de la alegría que muchos suelen tener. Somos herederos de una espiritualidad cristiana que en determinadas épocas ha ensalzado la mortificación, el dolor y la impasibilidad (apatheia) y ha levantado sospechas sobre el buen humor. Hay quien en la Iglesia se siente llamado a ser como Jorge de Burgo, el monje asesino del relato de El nombre de la rosa, que llega incluso a matar para evitar el peligro de que una supuesta obra de Aristóteles sobre la comedia y la risa pudiera contaminar la esencia de la fe cristiana.
Quienes piensan así entienden que la vida cristiana auténtica está más cerca de la tragedia, el sufrimiento y el llanto que del gozo y la alegría; un error lamentable que frena cualquier intento de evangelización, que no es sino la transmisión de la alegría (buena noticia) del Espíritu.
3. En fin, podemos preparar el camino a la felicidad aprendiendo que la alegría cristiana, si bien depende en parte de los bienes de afuera, se fragua finalmente dentro. Me explico: El nacimiento de Jesús en Belén y su muerte y resurrección son una alegre realidad objetiva (buena noticia exterior a nosotros), pero si no la hacemos nuestra por la fe seguiremos en la tristeza. Es la fe, la decisión de confiar en la Palabra (Jesús) la que nos hará gozar a fondo la Navidad. Quien vive su fe cristiana con amargura, quien no se alegra de haber conocido a Jesucristo, quien no vive en la Eucaristía el encanto semanal del encuentro, debería plantearse en qué cree realmente.
* * *
El Papa Francisco publicó su primera exhortación apostólica con el título Evangelii gaudium, la alegría del evangelio, que comienza proclamando que “la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. Es como decir que no hay mejor modo de discernir la vida espiritual que midiendo el grado de alegría que nos produce sentir cerca a Jesús. Su cercanía es “buena noticia”, novedad que alegra. Si la verdadera alegría es fruto de una vida satisfecha, el cristiano es aquel o aquella que se ha encontrado con Jesús y su ser y su vida se ha llenado de Él hasta desbordarse en gozo.
¡Cuántos textos evangélicos nos refieren alegrías fruto del encuentro con Jesús!: san Pedro, san Pablo, Zaqueo, la Samaritana, la mujer pecadora, María Magdalena, etc. ... hasta la mismísima Virgen María. Muchos son los santos que a lo largo de la historia se han llenado “de alegría al ver al Señor” (Jn 20,20); han encontrado en Él el antídoto adecuado para la tristeza y el desencanto.
Sin embargo, denuncia el Papa Francisco, ¡cuántos que se llaman a sí mismos buenos cristianos gustan de encerrarse en la “psicología de la tumba que poco a poco los convierte en momias de museo; desilusionados con la Iglesia y consigo mismos, que viven la constante tentación de apegarse a una tristeza dulzona, sin esperanza... Llamados a iluminar y comunicar vida, finalmente se dejan cautivar por cosas que sólo generan oscuridad y cansancio interior”!. Por todo esto, dice el Papa, “me permito insistir: ¡No os dejéis robar la alegría evangelizadora!” (EG 83). “La alegría del evangelio es esa que nada ni nadie nos podrá quitar” (EG 84).
Al creer y ponerse en manos de Dios los santos no han vivido como personas ingenuas o bobaliconas que miran para otro lado ante los sufrimientos propios o ajenos. “Fe, alegría, optimismo. -Pero no la sandez de cerrar los ojos a la realidad”, dijo san J. Mª. Escrivá. "Los males de nuestro mundo, -dice el Papa Francisco- no deberían ser excusas para reducir nuestra entrega y nuestro fervor. Mirémoslos como desafíos para crecer” (EG 84). La alegría que brota de la fe y la esperanza fortalece el corazón y lo lanza a trabajar por el Reino de Dios. La verdadera alegría abre los ojos para conocer a fondo las desdichas del mundo e impulsa a trabajar con efectividad para remediarlas. No es feliz con Jesús quien pretenda escapar de sus responsabilidades, la alegría que uno pretenda guardar egoístamente sólo para sí no es alegría cristiana.
*
San Pablo exhorta: ¡Estad siempre alegres!. Más reiterativo es en su carta a los Filipenses: “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos”. Aunque san Pablo parezca imponer –“¡estad siempre alegres!”-, su intención es exhortar y animar. Por eso a continuación dice: “Sed constantes en orar. ... Guardaos de toda forma de maldad”. ¿Quieres una Navidad Feliz? Sigue estos consejos de san Pablo: oración y bondad. Oración para conocer a Dios y conocerte y bondad para extender la alegría por el mundo.
Toma conciencia de la alegría que Dios ha sembrado en tu interior; porque tienes la chispa divina, y Dios es alegre. Como cristiano estás invitado al banquete de la alegría. La misa es un adelanto de esa fiesta, ella te invita a volverte a Dios en Adviento y Navidad.
* * *
Postdata: No cierres la lectura de este post sin repetir el ejercicio inicial. Vuelve a tu presente aquí y ahora; siente tu respiración, y con ella siente la alegría de ser amado por Dios y por muchos que te quieren; gózate en tu alegría y manda desde ahí bendiciones y parabienes a quienes sabes que se sienten tristes, solos y abatidos; y en estos días no dejes de hacerte físicamente presente y cercano a quienes sabes que necesitan de tu amor bondadoso. La caridad es manantial de alegría.
Feliz domingo.
Diciembre 2023
Casto Acedo
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