ORACIÓN INICIAL
(Adaptación de un himno atribuido a San Gregorio Nacianceno)
eres “el más allá de todo”.
Trinidad bendita, Misterio insondable.
¿cómo llamarte con otro nombre?
No hay palabra que te exprese
ni espíritu que te comprenda
si tu Espíritu no abre su entendimiento.
Ninguna inteligencia puede concebirte.
todo cuanto se diga ha salido de ti.
Eres incognoscible, impensable,
y todo cuanto se piense viene de ti.
Todos los seres te celebran,
los que hablan y los que son mudos.
Todos los seres te rinden homenaje,
El deseo universal, el gemido de todos,
suspira por ti. Todo cuanto existe te ora,
y eleva hasta ti un himno de silencio.
Cuanto existe, existe sólo en Ti.
En ti desemboca
el movimiento del universo.
Eres el fin de todos los seres; eres único.
¿Quién podrá adentrarse
en el Misterio de tu ser trinitario?
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Misterio de gracia inagotable.
Ten piedad de mí, Santísima Trinidad;
dame a conocer tu Amor infinito
que cura mis enfermedades.
Y déjame reposar
en tus entrañas de Amor,
Trinidad siempre amable.
Amén.
Reflexión del día.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria (3)
Ahora se da gracias, se pide la gracia que se desea alcanzar
o simplemente se hace un acto de alabanza
* * *
A Ti, Dios Padre
Ingénito;
a Ti, Hijo Unigénito;
a Ti, Espíritu Santo Paráclito,
santa e
indivisa Trinidad,
de todo
corazón te confesamos,
alabamos y bendecimos.
A Ti sea la
gloria
por los siglos de los
siglos.
Amén.
* * *
ORACIÓN FINAL
ELEVACIÓN
A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
(Adaptación de la oración de Santa Isabel de la Trinidad)
¡Santísima Trinidad a quien adoro!
Ayúdame a olvidarme
enteramente de mí
para establecerme en Ti,
inmóvil y tranquila,
como si estuviera ya en la eternidad.
Que nada pueda turbar mi paz,
ni hacerme salir de Ti, ¡oh Inmutable!,
sino que cada minuto
me sumerja más
en la hondura de tu Misterio.
Inunda mi alma de paz;
haz de ella tu cielo,
la morada de tu amor
y el lugar de tu reposo.
¡Oh, mi Cristo amado,
crucificado por amor,
quisiera ser una esposa
para tu Corazón;
quisiera cubrirte de gloria, amarte…
hasta morir de amor!
¡Oh, Verbo eterno,
¡Palabra de mi Dios!,
quiero pasar mi vida escuchándote,
quiero hacerme
dócil a tus enseñanzas,
para aprenderlo todo de Ti.
¡Oh, Fuego abrasador,
Espíritu de Amor,
«desciende sobre mí»
para que en mi alma
se realice
como una encarnación del Verbo.
Que yo sea para Él
una humanidad suplementaria
en la que renueve todo su Misterio.
Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate
sobre esta pequeña criatura tuya,
«cúbrela con tu sombra»,
no veas en ella
sino a tu Hijo Predilecto
en quien has puesto
todas tus complacencias.
¡Oh, Trinidad, mis Tres, mi Todo,
mi Bienaventuranza, Soledad infinita,
inmensidad donde me pierdo!,
Me entrego a Ti.
Sumérgete en mí
para que yo me sumerja en Ti
mientras espero
ir a contemplar en tu luz
el abismo de tus grandezas.
Amén.
* *
¡GLORIA AL PADRE,
GLORIA AL HIJO,
GLORIA AL ESPIRITU SANTO!
*
Junio 2025
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